Sic et Non

25 de septiembre de 2016

Análisis resultado electoral Galicia, 25S 2016




Muchos gallegos estarán esta noche viendo sin sobresalto el escrutinio electoral. Creo que a nadie le ha sorprendido puesto que la campaña ya fue indicando lo que iba a pasar:
El PP Gallego, mejor dicho Feijóo, ha sido muy hábil personalizando la campaña y aprovechando el lío que desde la oposición le servían en bandeja. El contexto político a nivel estatal y la guerra entre la oposición sobre qué partido sería el que lideraría un posible gobierno de cambio, provocó que el marco de decisión de voto del electorado indeciso y Popular se basara en una notoria aversión al riesgo. De manual el uso del efecto ¨bandwagon¨ durante estas dos semanas, y el uso del enmarcado o ¨framing¨ para anular el voto de Ciudadanos, que provocó que ellos, de modo increíble, entraran en él y reforzaran la apelación al voto útil de los Populares. (La candidata de Ciudadanos se hartó de decir que Feijóo ganaría fácilmente! ergo adiós al voto útil, de control al PP, de la formación naranja).
El PSG-PSOE debe hacérselo mirar, ya no solo por la campaña dividida y de boicot interno a su candidato por parte de algunos barones, sino porque su capacidad para elegir lideres anti carismáticos en la última década es digna de estudio. Mal contexto, mala estrategia, mal líder = malos resultados. No hay mucho más que decir cuando las cosas se hacen mal, y además el viento te sopla en contra. Y para más inri, tu competidor te adelanta por la izquierda.
En Marea se auto complacerá diciendo que mejoran resultados, si bien sería un error, ya que aspiraban a más, y la evolución de la campaña fue de pérdida de votos, en vez de una estrategia que sumara. Su candidato no era conocido, pero además el trabajo con su imagen fue claramente erróneo. El claro ejemplo fue que durante el debate pudo haber aprovechado para dar una imagen que generara un efecto halo positivo en torno a su persona, pero no fue así sino todo lo contrario. Le ha salvado que el voto a este partido es claramente a siglas, y anti siglas (PP) en vez de al candidato.
BNG, claro ejemplo de sensación de victoria pese a perder un diputado respecto a 2012, debido a las expectativas, que eran muy bajas. Hay que reconocer que ha sido una campaña trabajada y pensada dentro del paupérrimo contexto en que se encontraba. Muy bien aprovechado el efecto halo generado por su candidata, Ana Pontón, durante el debate. De hecho podemos observar, al igual que con el resto de candidatos, cómo el debate electoral ha parecido tener cierta influencia en la motivación de voto, entre indecisos, si tenemos en cuenta cómo en las encuestas diarias viraron las transferencias de votos entre partidos a raíz de dicho enfrentamiento dialéctico.
Ciudadanos, cómo dije en su momento parece que eligió a la candidata adrede para no hacer pupa al PP. Cualquier conspiranoico podría pensar que ha habido algún tipo de pacto para no dar guerra, porque sino no se explica una estrategia tan poco acertada, sin diferenciación respecto a tu competidor ideológico (Aquí Ciudadanos no se percibe como centro, sino como derecha, y esa debería ser la primera reflexión que deberían adoptar). Es más, comicio tras comicio demuestran una inexorable UPyDización con su veneración al gran líder, Albert Rivera (Como Rosa Díez) y su equivocada interpretación respecto a los símbolos identitarios de esta tierra, tan introducidos incluso en la genética del votante conservador. Deben cambiar de estrategia, método de elección de candidatos, y de asesores de comunicación, porque peor no se puede hacer.

13 de septiembre de 2016

Breve análisis del debate electoral Galicia 2016





Claramente ganadores del debate en Galicia: Feijóo (PP) y Ana Pontón (BNG), la diferencia con respecto al resto ha sido más que evidente. No olvidemos que los cuatro aspirantes de la oposición iban a este debate con la oportunidad de darse a conocer ante la mayoría de los gallegos que apenas les conocían, y de los cuatro solo logró hacerlo, de modo más que solvente, la candidata nacionalista.

Hasta ahora nunca una encuesta posterior a debate me ha quitado la razón, y creo que mañana las encuestas y análisis dirán que:

Feijóo remontó un debate inicial malo, nervioso en la voz, y sin controlar el tiempo. No es fácil ir a un debate contra cuatro, y se notó al inicio. Supo estar más agil, como suele ser habitual en él, en la segunda mitad del debate. En algunos momentos se notó el buen trabajo de su equipo de comunicación. Muy buen final, personal y emotivo, para arreglar el mal sabor de boca inicial, de hecho apenas se notó que miró a la cámara que no era, miró a la de Ana Pontón.

Leiceaga, un ejemplo del típico candidato socialista gallego falto de carisma. Parecía que tenía un collarín, no supo gestionar sus tiempos y se quedaba sin ese preciado elemento en un debate para la réplica. Mal, ir al debate y no saber las reglas del juego, se le vio perdido con los turnos. Cuando te refieres al rival, hay que mirarle a los ojos. Su final, flojo y enlatado. Sus gráficos han sido parodiados en las RRSS.

Ana Pontón, la mejor en forma, ritmo, manos y en el uso del tiempo. Supo manejar los turnos y por momentos parecía la única líder de la oposición. La única que no fue de negro, y la única que en todas las intervenciones miraba a cámara y apenas leyó un papel. Creo que ha sido la sorpresa del debate. No debió haber bajado la mirada al papel en medio de su cierre, pero fue un final emotivo y bien escenificado, pareció natural.

Villares, la sorpresa negativa. Ser magistrado y demostrar tal falta de dominio y corrección dialéctica es muy negativo. No ha hecho más que leer, y además acelerado. Tuvo momentos de buenas réplicas y ataques a Feijóo, pero no ha sabido recrearse con ellos, al no dominar para nada las formas. Mirada perdida al suelo y nerviosa, y un negativo y abusivo tic al estar constantemente colocando los folios del atril, ya que refuerza: 1 que lee y 2, que está nervioso.

Losada, pues que decir. Su elección del uso del castellano en un debate a candidato a presidente/a de la Xunta es un paso más en la increíble UPyDización en la que esta formación lleva inmersa en Galicia. Gran parte del debate parecía que solo leía con un ojo. Mejoró en el último tercio del debate, pero de una periodista se espera una mayor solvencia escénica y dialéctica. Y pasará a la historia cómo la candidata que reconoce en un debate que su adversario ganará unas elecciones. Solo faltó que pidiera el voto para Feijóo.



Considero que éstas son cuestiones evidentes que sin duda habrán influido en el electorado a la hora de percibir mayor o menor carisma por parte de los candidatos. Otra cosa será el voto el 25S.