Sic et Non

29 de junio de 2012

Análisis del año de gobierno Popular en Compostela. "Comunicación reactiva" (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)




Transcurrido un año de mandato en Santiago por parte del Partido Popular, toca realizar el típico examen al gobierno local. Es habitual, dentro de los partidos y organizaciones, considerar que las acciones llevadas a cabo por estas, son conocidas por parte de la ciudadanía. 

El hecho de tener la información de primera mano, de vivir el día a día de la realidad política, les hace pensar que el resto de las personas también experimentan dicha realidad. Además, dicha vivencia es subjetiva, puesto que se adopta a interpretar desde la perspectiva propia del partido o institución. Pero si hay una máxima en comunicación política irrefutable, esta es que la realidad no es la que es, sino la que se percibe. 

Hagamos por tanto, un análisis de lo que ha percibido la ciudadanía durante este año de gobierno. Indudablemente, lo más notorio y determinante ha sido la polémica dimisión del hasta hace poco alcalde, Gerardo Conde Roa. Hasta tal punto que, todo ha quedado ensombrecido por este hecho y condiciona nuestra visión de estos doce meses. La gestión de todo aquel suceso, fue errónea por parte del ex regidor, pero también por parte de su partido. 

Esto provoca que ahora, los movimientos del gobierno municipal sean analizados con lupa por parte de la oposición, sobre todo en los temas urbanísticos. Es por ello, que el tema de la Finca do Espiño haya tenido su reflejo mediático, y haya sido motivo de agria controversia política en nuestro ayuntamiento, con veladas acusaciones lanzadas desde todos grupos de la corporación local. 

Y hablando de polémicas, Santiago no solo volvió a ser noticia fuera de Galicia debido a Conde Roa, sino que también Leo Bassi nos convirtió en primicia. Las percepciones por tanto, no han sido positivas, sino todo lo contrario. Es probable que el gobierno popular, y sobre todo el del ahora alcalde Currás, estén realizando acciones positivas en la dirección del municipio, pero no han sabido imponer en los medios de comunicación su versión de las cosas, su realidad. 

Tampoco la oposición ha sabido aprovechar esta coyuntura. Los socialistas no han movido ficha, aún siguen tocados tras la derrota electoral. Y los nacionalistas han sido noticia por sus divisiones internas, si bien a nivel local parecen estar moviéndose y comiéndole terreno al PSOE. 

Podría decirse que, una débil comunicación del gobierno local, demasiado reactiva en vez de activa, ha sido la característica determinante, desde mi humilde punto de vista, de este primer año de gestión popular en Compostela.

15 de junio de 2012

"Donde dije digo dije diego" (Periódico: Santiago Siete, sección: En clave política)




Mucho se está hablando estos días acerca de la falta de pericia comunicativa del Gobierno de España. Que si el Presidente y el ministro dicen una cosa... luego otra, y luego intentan decir lo contrario de todo lo anterior, pero con otras palabras para que no se note tanto la falta de criterio. “Línea de crédito para la banca en condiciones preferentes”, “apoyo financiero”… lo que sea con tal de no emplear la repudiada palabra “rescate”.

El gobierno de una nación, es la primera división. Por eso, se espera que en esas altas esferas se domine mejor la puesta en escena y la estrategia.

Pero este, no es un mal que aqueja solo a la primera división, sino que por el contrario suele ser muy frecuente también en las divisiones menores.

En Santiago, recientemente hemos observado cómo, a colación del tema del mercado de ganado en el recinto ferial de Amio, el gobierno municipal ha tenido su propio “donde dije digo dije diego”.

Las últimas semanas, hemos asistido al cierre y no cierre del mercado de ganado varias veces. Desde el alcalde condicionando la supervivencia del mismo a unas mejoras. A la concejala Reyes Leis no dejando lugar a dudas sobre su cierre. Y al momento actual en que contemplamos la posibilidad de que permanezca celebrándose.

Vistos estos dos escenarios tan distantes, el rescate de un país o de su sistema financiero, eso lo dejo al gusto del consumidor; y el rescate a un mercado de ganado. Me pregunto qué ocurre para que los gobiernos, sea cual sea su color y su ámbito, no dominen su faceta de comunicación.

Considero que hay dos factores. Primero, se está abusando de la técnica de la simplificación del mensaje, hasta el punto de que se olvida que los ciudadanos tienen más memoria y conciencia de lo que políticos y consultores pensamos.

Segundo, hay que tener en cuenta que cada vez más, la política y los políticos están más expuestos que nunca a los medios, en una sociedad de la información constante, que impide que estos puedan pensar con calma, y dominar ellos el ritmo de las noticias como antaño.

Un antídoto sería evitar que varios portavoces opinen sobre un mismo tema, y que exista un sistema de comunicación interna que homogenice lo que se dice de puertas para afuera, porque sino, “donde dije digo, dije diego”.