Sic et Non

30 de enero de 2012

En el próximo cruce, gire a la derecha




Decía Aristóteles que la perfección se encontraba en el término medio. Lo cual no debe ser falso si nos atenemos a lo que los romanos también afirmaban por medio de su conocido aforismo “aurea mediocritas”. Con el cual venían a expresar al igual que el pensador griego, que la virtud siempre se halla en la equidistancia entre los extremos, en un punto medio.

La política como realidad social viva, no es ajena a esto, y habitualmente suele escucharse, en Europa principalmente, como el centro suele ser el objetivo ideal en política, en aras de pescar votos entre el electorado de izquierda y derecha. Que además, resulta ser el sector indeciso en casi todas las elecciones.

En España, huérfanos de partidos que hayan logrado echar anclas en dicho caladero electoral, solemos fijarnos y admirar a aquellos políticos que pese a su pertenencia a un partido bien de izquierda, o bien de derecha, suelen posicionarse en algunos temas, en posturas cercanas a partidos ideológicamente opuestos.

Un claro ejemplo de esto, es (¿o era?) Alberto Ruíz-Gallardón. Desde su pronta y exitosa andadura en el Partido Popular, siempre se le percibió como una persona moderada, y ejemplo de centrismo dentro de su partido. Fue de las pocas voces que públicamente realizó una auto-crítica después de la derrota electoral de 2004.

Desde sus cargos como presidente de la Comunidad  de Madrid y posteriormente como alcalde de Madrid, el ahora Ministro de Justicia siempre se postuló como ministrable en los diferentes gobiernos populares.

Y ahora por fin ha logrado dar el gran salto gracias al presidente Mariano Rajoy. ¿Pero es este un simple salto, o es un paso más dentro de una hoja de ruta, en la que muchos ven como destino una futura presidencia del gobierno de España?

Consciente de esto, parece que el actual presidente español le concedió a Gallardón una cartera de escaso peso político, tal vez para no darle demasiada cuerda estos cuatro próximos años. O tal vez para no quemarlo demasiado en una cartera de mayor responsabilidad, y por tanto de mayor exposición ante la opinión pública en plena crisis. Esto último indicaría que Rajoy vería con buenos ojos una candidatura de Gallardón, eso sí, dentro de ocho años.

En todo caso, parece que nuestro protagonista, ha decidido aprovechar el cargo de ministro, y empezar a trabajar en su proyección. Y ya sea con la venia de su presidente o no, ha puesto en la agenda mediática temas relevantes, que considero no son necesarios desde el punto de vista de la organización de su ministerio y del país, pero que en cambio sí parecen serlo desde un punto de vista estratégico y político para él. Me explico.

De Gallardón suele decirse que es el candidato ideal de aquellos que no votan al Partido Popular. Habrá quien diga que pese a ello, logró ganar elecciones municipales y autonómicas, pero no olvidemos que lo ha hecho con unas siglas que cuentan con el voto estructural más alto, es decir, con un mayor número de electores que votan a unas siglas, y no tanto a una persona. Y siempre ha contado con la resistencia interna de la corriente más conservadora del Partido.

Consciente de ello, Gallardón parece haber decidido aprovechar la coyuntura para cambiar esa imagen moderada y revelarse ante el votante de derechas como un candidato idóneo en un futuro. No vaya a ser que le pase como al candidato republicano Mitt Romney, cuyo viraje conservador ha sido muy reciente y ha provocado suspicacias en el seno del poderoso Tea Party.

Para ello, ha puesto sobre el tapete, volver a una legislación en el tema del aborto, similar a la existente en España en 1985. La cuestión, es que desde un punto de vista práctico, no tiene sentido puesto que los abortos han descendido con la actual norma. Por tanto parece que el fin es más político e ideológico que otra cosa.

Pero también, ha sondeado a la opinión pública con la posibilidad de establecer la cadena perpetua en nuestro ordenamiento jurídico penal. Y lo mismo se puede interpretar en este caso. ¿Tiene sentido una cadena perpetua en el país en el que los presos pasan más tiempo en la cárcel, y con un índice de criminalidad que nos convierte en unos de los países más seguros de Europa? NO, salvo que el motivo sea nuevamente político.

Y como toda norma tiene su excepción, observaremos que el centro no es ese lugar tan deseable. Al menos no para el nuevo Ministro de Justicia. Así que ¿Todo apunta a que durante estos cuatro años asistiremos a una reconversión del moderado Gallardón en el adalid de la “derecha auténtica”, al más puro estilo de los seguidores del té?

Yo lo tengo claro, en la hoja de ruta de Gallardón, su GPS dice claramente: “En el próximo cruce gire a la derecha”.


9 de enero de 2012

La paradoja de las primarias socialistas en España



Antes de analizar este enfrentamiento por el liderazgo dentro del principal partido de la oposición quisiera expresar lo paradójico que resulta que en una sociedad democrática como la española, donde debieran primar los más altos valores de la contraposición de ideas, posturas y proyectos, se castigue electoralmente a los partidos políticos que osan practicar dichos principios internamente.

El principal motivo puede imputarse al hecho de que la sociedad percibe estos ejercicios de democracia interna como de división y lucha entre "familias", lo cual genera inseguridad. Los ciudadanos quieren partidos fuertes basados en liderazgos sólidos que inspiren confianza.

Y precisamente los partidos españoles tampoco han sabido dar esa apariencia de higiene democrática endógena, pues a menudo han fomentado una imagen de desunión, ya sea por la errónea estrategia de los candidatos durante unas primarias/congresos, ya sea porque el propio sistema de elección suele contar con un diseño que en nada ayuda a relucir el debate de ideas y proyectos.

Así pues, este detalle ha de tenerse muy en cuenta si se quiere realizar un correcto análisis de estas "primarias" del partido socialista.

Permitidme que haga una valoración sobre los puntos fuertes y débiles de cada candidato con el sistema DAFO que usualmente empleamos en estrategia política.


ALFREDO PÉREZ RUBALCABA.-

Debilidades: Dos son las principales flaquezas con las que cuenta el ex-candidato a presidente del Gobierno. Su pasado como ministro, portavoz y vicepresidente del gobierno de Zapatero (Lo cual ya le pasó factura en las recientes elecciones generales), y el "efecto quemado" de haber perdido unas elecciones, tras lo cual es difícil que la imagen se reponga y se tengan opciones de volver a ganar.

Como ya comenté alguna vez, el poder es una de las tres fuentes principales de credibilidad en comunicación, y Rubalcaba ya no solo carece de él, sino que lo perdió, ergo además, ahora tiene imagen de perdedor. Esto puede provocar además una importante corriente crítica dentro del partido, tal y como ya está ocurriendo.

Amenazas: La principal amenaza resulta ser el propio modo de elección si al final se decide un sistema de primarias a la francesa, donde no solo los militantes y simpatizantes puedan votar, sino también cualquier ciudadano.


Esto provocaría que cualquier ciudadano ideológicamente afín al PSOE, más crítico posiblemente con los derroteros del partido los últimos años, pueda verse más identificado con una corriente alternativa más crítica y que ofrezca un giro a la izquierda, a la esencia socialista.

Fortalezas: Su valoración personal es buena, incluso mejor que la del actual presidente Rajoy (Aunque ello no le valió de mucho en la campaña electoral) y mejor que la de Carme Chacón. Las encuestas realizadas muestran que entre la ciudadanía tiene más apoyo que su rival.

También su veteranía y mayor dominio de los cuadros del partido pueden suponerle una ventaja clave. Una evidencia de esto, es que hoy conocíamos que cuenta con el doble de avales que ella dentro del comité federal del partido.


Tampoco debemos obviar que cuenta con el apoyo del diario El País, principal diario nacional, y referente  para muchos lectores de centro-izquierda.

Oportunidades: Cierto estado de shock en que ha quedado el PSOE tras las elecciones puede provocar que muchos "barones" del partido le den su apoyo por dos motivos:

  • Uno, que recurrir a su experiencia y a sus fortalezas puede que sea lo mejor para los socialistas en el corto plazo. Ser el portavoz de los socialistas en el Congreso sin duda le ayuda a reforzar esto, y sin duda hará buen uso de dicha portavocía para contrarrestar a la corriente crítica.
  • El otro, a título individual y oportunista, es preferible para estos barones que se queme Rubalcaba estos cuatro años, para postularse tras una nueva derrota, como líderes del partido. Así que muchos le darán su apoyo.



CARME CHACÓN.-

Debilidades: Su principal debilidad resulta ser su no muy buena valoración entre la ciudadanía, tal y como ya se reflejaba en su época de ministra. Como ya expuse, los datos  indican que Rubalcaba es el preferido. Pero el detalle que debería llevar a un serio análisis a su equipo de campaña es que Chacón tiene incluso menos apoyo que el conjunto de ciudadanos que prefiere a otro candidato distinto a los dos. (Estos datos deben observarse con cautela, pues suelen ser aportados por prensa, que sin ánimo de menoscabar su objetividad, es  más afín a Rubalcaba).

Su pertenencia al PSC puede aflorar cierto recelo dentro del aparato federal del partido, y el ser catalana puede provocar que se le achaque que eso sería un lastre como candidata a la presidencia.

Conscientes de eso, asistiremos a un proceso de "descatalanización" de la candidata. Sirva como ejemplo la elección de un pueblo andaluz como escenario para su presentación cono candidata a la secretaría general del partido:


Amenazas: No domina la estructura del partido. Tampoco parece que tenga un apoyo muy fuerte del Partido Socialista de Cataluña. Y para más inri, la federación andaluza no se decidirá hasta una semana antes del "cónclave", y es la dirección federal clave, pues cuenta con uno de cada cuatro delegados en el congreso de febrero.

El pacto tácito de no ofrecer imagen de división, le evita el tener un perfil más ofensivo contra Rubalcaba y ser más incisiva en la abultada derrota de este la jornada electoral del 20-N.

Fortalezas: Mujer, joven, pero curtida en las lides de la política. Con carácter, enérgica, y con el valor suficiente como para haber plantado cara ya en su momento a Rubalcaba, si bien finalmente se retiró de la lucha a candidata electoral en las pasadas elecciones. Lo cual también le ha procurado una imagen de mujer comprometida con el partido.

Podría aglutinar a una corriente cada vez mayor de socialistas desencantados con la deriva actual de los órganos de dirección del partido (Sobre todo militantes y simpatizantes).

Cuenta con algunos apoyos del aparato organizativo y de ex-ministros que podrían equilibrar las cosas, no obstante debe tener cuidado de no reforzar así su pasado como ministra también del gobierno ZP. Por eso, su comunicado "Mucho PSOE por hacer" perseguía estos dos objetivos. Aglutinar descontento y romper con ZP.

Oportunidades: El sistema de elección más abierto debería favorecer al que menos apoyo tiene dentro de la estructura de mando, y por tanto menos capacidad tiene para imponer su criterio a las direcciones federales.

La necesidad de un cambio y de un giro más hacia la izquierda, a los valores y a la esencia del socialismo deberían ayudarle. La clamorosa derrota de su rival en las pasadas elecciones debiera ser su punta de lanza.


Y llegados a este punto ¿Quién ganará? a mi modesto entender, ni uno ni otra. El vencedor, y de nuevo es paradójico, será Mariano Rajoy. Salga quien salga ganador de estas primarias socialistas, no parece que vaya a ser capaz de disputarle la presidencia al final de esta legislatura al actual presidente y lider del Partido Popular, salvo que inesperadamente la gravedad actual de la crisis, que no la crisis en sí, persista cuatro años más.

En todo caso, ambos candidatos deben ser conscientes que quien tiene que ganar es el partido. Conocedores de las dificultades a corto plazo descritas, están obligados a ofrecer a la ciudadanía unas primarias ejemplares en un momento de desconfianza hacia la política. Para ello, no deben enfrascarse en peleas y enfrentamientos personales, sino en debates de proyectos. Y siempre en un tono constructivo y democrático, y no destructivo  

Un primer paso acertado tal vez sea el hecho de realizar primarias a la francesa.










4 de enero de 2012

PSG-PSOE ¿Una oportunidad para recuperar un discurso propio?



Afirmaba en alguna otra entrada de este blog que las palabras son muy importantes a la hora de realizar una comunicación acertada, máxime en política.

Un claro ejemplo de ello fue lo ocurrido la década pasada en los Estados Unidos, donde los republicanos impusieron su vocabulario a los demócratas, y estos al usar esas mismas palabras, legitimaron el discurso de sus rivales,  ya que Bush y compañía eran más creíbles al usar una terminología que les era propia.

Decía también que en Galicia estaba ocurriendo algo parecido. Ya que los socialistas, y en menor medida los nacionalistas, aceptaron que el debate dialéctico versara sobre una materia en la que la opinión pública reconocía una mayor legitimidad al Partido Popular y a su lider Feijoo, hablamos de la austeridad.

Por momentos los socialistas gallegos pretendían ser más papistas que el Papa, y eso les restaba credibilidad.



Por tanto, exponía en esas mismas líneas la urgente necesidad para el PSG-PSOE de encontrar un discurso propio y más adaptado a los valores en que socialmente se les reconoce una mayor y mejor gestión. De lo contrario acabaría ocurriendo lo que finalmente aconteció, que pese a los recortes, el Partido Popular en Galicia arrasó (Los socialistas legitimaron los recortes por la vía de la austeridad).

Así analizaba los resultados de las pasadas generales en Galicia:

En mi opinión, varios factores explican esto. Aunque antes debo manifestar mi asombro ante tan aplastante victoria, teniendo en cuenta que las medidas de recortes del gobierno gallego han movilizado ciertas reacciones de protesta en las calles, y lo esperable, es que dichas medidas no fueran bien recibidas por la ciudadanía.

Aunque este asombro inicial pronto se difumina si me atengo a lo que durante un año vengo manifestando como errática política del PSG-PSOE. Y en una doble vertiente:

 1. El candidato socialista en Galicia no gusta, no tiene tirón, y genera más rechazo que afinidad. Esto es una realidad y en el propio partido lo saben.

 2.  Los socialistas gallegos han aceptado jugar una partida de ajedrez con los populares, pero con las fichas de estos. El PP no solo ha logrado concitar una gran afinidad pública en torno a la palabra “mágica”, AUSTERIDAD. Si no que además ha logrado que los socialistas entren en este terreno. Terreno que la opinión pública percibe como legítimo de los populares.

Como diría Lakoff, el PP gallego ha impuesto un marco conceptual de la realidad a los gallegos, y los socialistas no han logrado imponer un marco alternativo al aceptar la dialéctica del PP (Al igual que hace años les pasó a los demócratas aceptando la dialéctica republicana).


Y henos aquí, de repente con un tema que empieza a dominar la agenda setting, el COPAGO SANITARIO. O lo que es lo mismo, la dualidad del gasto sanitario, el repago sanitario o doble gasto sanitario.

Es este un tema que cumple con diversos requisitos como para canalizar voto en un sentido positivo o negativo, pues es socialmente sensible, y muy vinculado en nuestro país a la idea comúnmente aceptada del estado de bienestar español.

Conscientes de su transcendencia, y del poder de las palabras, algunos gobiernos han ido más allá del término eufemístico hasta ahora empleado, copago sanitario. La Generalitat Catalana por ejemplo, intentó imponer la acepción "ticket moderador" (suena bien porque tendemos a reconocer que la moderación siempre es buena).

Y en Galicia se ha abierto el debate ante una posible imposición o no, de dicho copago. Un debate que el PP intentará dominar por medio de la racionalización del gasto y de la austeridad también en materia sanitaria.

Y en esta batalla dialéctica surge una oportunidad que en el DAFO (Cuadro estratégico de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) de la pizarra del war room de los socialistas y nacionalistas deberían tener bien grande y subrayada.

La sanidad universal y gratuita es un logro de nuestro estado de bienestar, nadie lo duda. Pero también es un aspecto al que la opinión pública le reconoce una mayor capacidad de gestión, y por tanto una mayor legitimidad a los socialistas y a los partidos de izquierda.

Pero para imponerse en esta oportunidad que se les presenta para recuperar su propio discurso, deberán imponer ellos los términos del debate. Sino volvamos de modo más concreto al ejemplo estadounidense:

A principios de este siglo los norte-americanos debatían si suprimir o no el impuesto que nosotros denominamos de sucesiones. El apoyo inicial a dicha abolición era mayoritario por un estrechísimo margen. Los republicanos, conscientes de ese escaso margen, pero también del poder de las palabras, lograron que finalmente más del 70% de la opinión pública respaldara suprimir ese impuesto. ¿Cómo lograron un 20% extra de apoyo? denominando a este impuesto como "impuesto de la muerte". Porque gravaba un hecho tan trágico como la muerte de un ser querido.

Pues bien, este ejemplo viene al caso, no solo a modo ilustrativo del poder transformador de las palabras. Sino que también le da una pista a los socialistas y nacionalistas gallegos sobre cómo deben denominar a la doble imposición sanitaria cuya posible aplicación ahora se empieza a debatir en los medios, y dentro de poco en la sociedad.

¿Se imaginan a ambos partidos constantemente definiendo al copago como el impuesto a la enfermedad? ¿el impuesto al enfermo? además de la desgracia de la enfermedad, la carga económica. Es decir, se grava un hecho trágico como es estar enfermo, sufrir una enfermedad.

Bastaría hacer una encuesta entre la población y observar cómo la aprobación al copago descendería del 40% actual en Galicia, incluso entre el electorado del PP, si en la pregunta sobre dicho apoyo se usasen términos más finalistas e ilustrativos y no tan eufemísticos. Al igual que ocurrió en estados Unidos con el ejemplo ya mencionado.

Todo apunta a que si el PSG-PSOE y BNG juegan bien sus bazas, este debate no solo podrían ganarlo sino que además les aportaría réditos electorales.