SIGNOS DE PUNTUACIÓN
¿Se imaginan leer un texto sin puntos, comas, párrafos…? Sería todo lineal, nos costaría discernir lo principal de lo accesorio, el texto perdería fuerza y nos acabaríamos aburriendo amén de no enterarnos de nada.
Los signos nos ayudan por tanto a precisar y a ordenar el mensaje cuando escribimos. Pero lo mismo ocurre cuando hablamos, aunque no se vean, los signos de puntuación están ahí. Una pausa más breve que otra, un gesto reforzando un cambio de tema, la entonación, etc. son nuestros puntos, comas y párrafos cada vez que hablamos. Nos ayudan a transmitir más información acerca de nuestro discurso y de nosotros mismos.
Hacer lo contrario supondría que no nos entenderían bien, no distinguirían lo importante de lo que no lo es, y al final no quedaría claro lo que queríamos decir.
A nuestra Concelleira de Participación Ciudadana y Normalización lingüística en cierto modo le pasa esto cuando expone ante los medios las numerosas actividades de su concellería. Expone una detrás de otra sin que al final quede claro cuantas son y qué logran. Debería esquematizar más para que el público visualice de modo claro el programa de actividades, una introducción-enumeración inicial de sus actividades o agrupar actividades según objetivos comunes ayudaría en tal sentido.
Por lo demás, sorprende gratamente la empatía comunicativa que logra gracias a su imagen cuidada en sus apariciones, su continua sonrisa, su espontaneidad de gestos y reacciones. Todo esto le aporta una imagen muy cercana y creíble. Su tono de voz y fluidez también arrojan a la audiencia una imagen de gran seguridad en lo que dice.
No obstante debe corregir en determinados momentos una excesiva velocidad que le hace quedar sin aire, tiene que ser consciente de donde van las comas y los puntos y aparte de su discurso. También debe vigilar algún gazapo que se le escapa y que no procede como responsable de normalización lingüística que es.
Santiago Martínez
Consultor político y "Media trainer"