Sic et Non

29 de octubre de 2010

"En el punto de mira": Xosé Manuel Iglesias. Santiago Siete, 29/10/2010


ESTRATEGIA


Imaginen que pudiéramos viajar en el tiempo y ser testigos de cualquier batalla de las múltiples que han salpicado, y lamentablemente aún caracterizan la historia de la humanidad. Como si de una partida de ajedrez se tratara observaríamos 2 ejércitos enfrentados desplegándose por el campo de batalla, intentando hacer propios los diferentes factores que son determinantes para la victoria: la posición en el terreno más ventajosa, la situación respecto al sol, el viento, el clima, la presencia de ríos, puentes u obstáculos físicos, el despliegue de las propias tropas, etc.

Normalmente el que dominaba la mayoría de estas variables resultaba ser el vencedor porque tenía clara la estrategia.

Salvando las obvias diferencias, un debate viene a ser algo parecido a una batalla, en este caso dialéctica, en la que cada portavoz viene a ser el único soldado que va a representar a su partido en un “enfrentamiento” en el que es oportuno también dominar un conjunto de factores. Pero el más importante, al igual que en el ámbito militar, resulta ser el domino del escenario; y en debate el escenario no es el plató de televisión, que también hay que saber adaptarse a él, sino más bien los temas sobre los que se va a hablar.

Xosé Manuel Iglesias es un político curtido en la “lucha” política municipal, y eso se le nota cuando interviene ante los medios y en los debates. Esta experiencia le hace tener recursos muy válidos a la hora de comunicar, destacando su correcto uso de evidencias y ejemplos que suelen respetar la máxima de que sean oportunos, congruentes, y no excesivos; y lo más importante, suele concluir sus intervenciones exponiendo el porqué esas evidencias le dan la razón, eso facilita a los espectadores la asimilación de tanto dato.

No obstante, nuestro edil de Promoción Económica a veces acepta la lucha en terreno enemigo y suele entrar a temas que le plantean los rivales, logrando estos que se acabe debatiendo sobre cuestiones diferentes en las que están más cómodos, a veces incluso logrando que adopte una postura demasiado a la defensiva que puede hacer percibir a la audiencia que el tempo del debate, el campo de batalla, lo dominan ellos.

Además debe potenciar sus buenas dotes comunicativas puliendo detalles como su falta de contacto visual con entrevistadores y adversarios. La mirada tiene un gran poder persuasivo, y él debería emplearla más.


Santiago Martínez Suárez

Consultor político y ‘Media trainer’

25 de octubre de 2010

"En el punto de mira": María Castelao. Santiago Siete, 22/10/2010


EL PODER DE LAS PALABRAS

A menudo no nos damos cuenta de la importancia que tienen las palabras a la hora de construir e interpretar la realidad que nos rodea, de las diferentes reacciones que podemos provocar con simplemente usar una u otra palabra.

Tal es su importancia que por ejemplo en el campo de la política ha sido objeto de estudio el cómo en Estados Unidos el partido republicano ha logrado imponer sus términos, y por tanto su visión, su marco de la realidad al partido demócrata, dominando así el debate político durante la última década pues los demócratas jugaban en el mundo que les diseñaban los republicanos.

O sin ir tan lejos, aquí mismo en España pertenecemos a la OTAN gracias a los sondeos de opinión que el PSOE realizaba para buscar la formulación más propicia en la pregunta planteada en el referéndum de 1986 para lograr la entrada en dicha organización.

Y fue un sociólogo, D. Jesús Ibáñez, quien a través de los grupos de discusión halló las palabras precisas para voltear el rechazo inicial de los españoles que reflejaban las encuestas. Cambiando un par de vocablos de la pregunta, el sí a la OTAN empezó a coger fuerza en los sondeos. ¿Cambió la OTAN en unos meses o fue más bien la realidad percibida por parte de los españoles a través de los términos oportunos la que varió?

Esto es solo un reflejo del poder de las palabras en el día a día; y nuestros políticos harían bien en analizar las reacciones que generan expresiones que habitualmente usan, tal vez así podrían explicarse el porqué los ciudadanos los valoran, los enmarcan de una u otra forma.

En el caso de nuestra joven concelleira María Castelao, debe cuidar mucho expresiones, reacciones y gestos que amplifiquen la imagen que siempre se asocia a la juventud. Hablamos de la inexperiencia y la inseguridad.

Posee un gran potencial comunicativo y numerosas cualidades para ser una buena oradora pública: imagen fotogénica, buena voz, habilidades argumentativas, etc. No obstante debe evitar todo aquello que asocie juventud a inseguridad, y por tanto “falta de tablas”.

En este sentido debe corregir la excesiva repetición de la palabra “no” al final de sus frases, ya que transmite la idea de que busca la asertividad, la venia del interlocutor y de los oyentes. Así mismo, el responder habitualmente con las muletillas “yo creo…” o “bueno pues…” aporta poca confianza, y si se trata de querer imponer una realidad favorable a uno, las palabras a usar no deben dejar lugar a dudas, vacilaciones o suposiciones de índole subjetivo.


Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”

"En el punto de mira": Bernardino Rama. Santiago Siete, 15/10/2010


LA CONFIANZA DA ...

Suele afirmarse en comunicación política que existen tres tipos de fuentes de credibilidad a la hora de emitir un mensaje. Así pues a mayor atractivo, poder y familiaridad, más persuasivos resultamos. Por ello cada vez más, los políticos intentan aparecer como personas cercanas, como si fueran un miembro más de la familia que anda por nuestros hogares, desayunamos con ellos (prensa), comemos con ellos (telediarios) y en algunos casos hasta nos acostamos con ellos (radio).

El problema radica en que demasiada ostentación de familiaridad hace recelar a la audiencia bloqueando su atención, es como si demasiada confianza diera … ya saben.

Esta búsqueda de la cercanía, también salpica a la imagen de los políticos, observen la creciente moda de dejarse la corbata en casa, o de vestir americana y vaqueros, ya no digamos el aparecer solo en camisa. Pero como toda moda, no a todo el mundo le queda bien.

El concelleiro delegado de Obras e Infraestructuras, y de Deportes es un ejemplo de esto último cuando habitualmente comparece en entrevistas en TV sin corbata ni chaqueta. Da una apariencia demasiado familiar que a él personalmente no le favorece como gestor público que es. Además se arriesga a que en la elección de las camisas, éstas no congenien en pantalla generando una distorsión de la imagen que descentre a los espectadores.

Pero si algo caracteriza a Bernardino Rama es el uso de un vocabulario cercano, lo cual se agradece cuando a veces se habla de temas demasiado técnicos como pueden ser los relacionados con obras públicas, en este sentido su naturalidad en aceptar los problemas que las mismas pueden conllevar, para luego justificarlas en pos de un beneficio mayor y colectivo suele ser una buena técnica argumentativa.

No obstante, a veces hace gala de su apellido y se va por las ramas cuando le plantean preguntas sobre proyectos futuros, sus respuestas un tanto abstractas, reforzadas además por expresiones del estilo “espero que…”, “estamos trabajando…”, “presentaremos…” no ayudan a transmitir seguridad. Esta relativa inseguridad se ve reforzada por su voz a veces monótona, su escaso contacto visual con sus entrevistadores, o su tendencia a cuando una palabra acaba en vocal alargar su pronunciación a modo de muletilla.

Y sin embargo, en los debates resulta ser un comunicador mucho más brillante, tal vez sea el frenesí de la batalla dialéctica, pero logra remarcar mejor sus mensajes siendo más incisivo y modulando la voz, sus gestos son mucho más ricos, y curiosamente el uso de chaqueta y corbata le sienta mucho mejor.



Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”

"En el punto de mira": Olga Pedreira. Santiago Siete, 8/10/2010


LOS 10 MINUTOS DE ORO

¿Cuántas veces han visto un debate político entre dos o más candidatos a la presidencia del gobierno español o de una comunidad autónoma? Seguramente muy pocas, ya que en España no están consolidados aún los llamados debates decisivos entre candidatos.

Pero seguramente a casi todos ustedes les haya ocurrido que las escasas veces que han podido contemplar un debate, a los diez minutos ya han empezado a jugar con el mando de la televisión, buscando tal vez un programa más divertido o por la mera curiosidad de ver lo que echan en otros programas.

Por tanto, si bien es cierto que estos debates tienen unas grandes audiencias, más cierto es que los picos de máxima audiencia surgen durante los primeros y los últimos diez minutos de cada debate.

Esto lo saben bien los trainers y asesores de los candidatos, y por ello buscan en esas franjas de tiempo que el candidato lance su mensaje, cautive al máximo público posible antes de que se marchen a hacer turismo por las ondas hertzianas.

Los políticos, incluso a nivel municipal debieran tener en cuenta esta realidad, pues sucede igual durante sus apariciones en canales de ámbito local. Su mejor mensaje, su mejor imagen debe ser mostrada durante los primeros diez minutos tanto en los debates, como en sus entrevistas.

Precisamente, nuestra Concelleira de Rehabilitación e Cidade Histórica debiera ser consciente de todo esto. Su imagen y su comunicación no es la misma durante los quince primeros minutos que durante el resto de sus intervenciones. Y es un problema porque mucha gente que solo haya visto esos primeros instantes y que después haya cambiado de canal, tendrá una imagen de Olga Pedreira como de una concelleira con poco carácter, poca fuerza.

Su voz es muy tenue, demasiado cándida, y su escaso contacto visual con el entrevistador o con el resto de tertulianos la hace parecer estar retraída, como algo acomplejada (su excesivo uso del color negro en su vestuario no le beneficia en tal sentido). Sus respuestas a las preguntas siempre las inicia con un “bien…” parece como si estuviera en un examen de colegio.

Debe evitar comparecer con un bolígrafo siempre en las manos, ya que canaliza sus nervios en él, y al moverlo demasiado descentra al público y aparenta estar insegura.

No obstante, invito a los telespectadores a que no cambien de canal, aguanten un poco y observarán cómo Olga va ganando seguridad y corrige cada una de las observaciones mencionadas, mejorando considerablemente su retórica.



Santiago Martínez Suárez


Consultor político y “Media trainer”


"En el punto de mira": Ángel Espadas. Santiago Siete, 1/10/2010


LA ADAPTACIÓN AL MEDIO

En el mundo de la retórica es conocido un hexámetro técnico, el hexámetro de Mathieu de Vendome (s. XII), que establece las circunstancias que siempre deben tenerse en cuenta cuando se habla de un tema, y que responden a las siguientes preguntas quis, quid, quibus auxiliis, cur, quo modo y quando? (quién, qué, con qué ayuda, porqué, cómo y cuándo), posteriormente se añadió el ubi (dónde).

Esto ha generado la base de la narración periodística y de la oratoria moderna, ya que estas circunstancias operan en la elaboración del discurso, en su preparación, y en su ejecución. Por tanto, el buen orador debe saber adaptar no solo su discurso, sino también su persona a variables como la audiencia, el tema del que se va a hablar, el objetivo de la intervención, el cómo se va a hablar y a intervenir, y el lugar o escenario en que va a hacer todo esto.

Uno de los problemas más habituales en muchos oradores (sobre todo en políticos) es la no adaptación a uno o varios de estos parámetros.

Es el caso del concelleiro del grupo popular Ángel Espadas, que posee grandes cualidades comunicativas, pero no las domina por igual en todos los escenarios o medios (ubi) posibles para un político.

Así, en las entrevistas se caracteriza por emplear un vocabulario apropiado y variado, un buen tono de voz (que debe modular para no parecer monótono cuando se extiende demasiado en una respuesta), un lenguaje kinésico (gestos) correcto, usa acertadamente la técnica de plantear preguntas al entrevistador o a los telespectadores, lo cual ayuda mucho a interiorizar un argumento al televidente u oyente.

Eso sí, debe evitar cierta muletilla que repite demasiado al inicio de sus respuestas, el ”yo creo que…”. Además, ese verbo a veces es incongruente con el mensaje, pues cuando se está denunciando un hecho no debe haber suposiciones sobre el mismo, y por el contrario han de usarse verbos más contundentes, de afirmación, de denuncia.

Todo esto ayuda a dar una imagen de comunicador solvente, pero es una imagen que se ve debilitada en otro escenario, los debates, y en los que debería trabajar más su repentina sequedad bucal, que le hace realizar gestos con la lengua nada telegénicos en televisión. También lee demasiado cuando aporta evidencias (cosa que no hace en entrevistas), y la técnica de lanzar preguntas a los adversarios tiene el riesgo de que sepan responderlas, y en el argot de debate a eso se le llama realizar concesiones, y él suele hacer alguna que otra.


Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”

"En el punto de mira": Marta A. Santullano. Santiago Siete, 24/9/2010


EL MÉTODO ARE

Hay algo que aprendí a lo largo de muchos años participando en torneos universitarios de debate a nivel nacional e internacional, la importancia en la comunicación del saber argumentar.

La retórica, que todo buen orador y político debería dominar, es el arte de persuadir, convencer; y los argumentos son la herramienta básica para ello. Es bueno ser buen orador en las formas, pero también lo es en saber construir un argumento.

Y gracias a los debates de competición hay algo que enseño en las clases que imparto tanto en universidades como en escuelas de negocios, y que suele funcionar bastante bien, el método ARE (Argumentar + Razonar + Evidenciar). Por lógico que parezca este método, resulta curioso como la mayoría de las veces argumentamos y razonamos, o argumentamos y evidenciamos, pero raramente hacemos las tres cosas.

Y las tres suelen convertir en irrefutable un argumento, dificultando la respuesta del “rival”.

La Concelleira de Seguridad Ciudadana de Santiago se caracteriza precisamente por argumentar de un modo muy correcto, algunas veces siguiendo este sistema. Es una buena oradora, segura y contundente. Suele documentarse bastante, lo que le aporta una cantidad de datos y evidencias que le arrojan mayor credibilidad a sus intervenciones; no obstante debe tener cuidado con esta técnica, pues su exceso genera cierta reactancia en la audiencia.

En cuanto a su lenguaje no verbal cabe decir que en los debates televisivos suele cruzarse de brazos sobre la mesa, lo que empobrece su comunicación. Sólo mueve las manos, además de modo correcto, cuando refuta a los adversarios; este contraste y aceleración de su voz hace que a pesar de tener un tono aceptable en esas situaciones, parezca más agresiva de lo que realmente es.

Otras veces, sí emplea los brazos y manos, enriqueciendo su mensaje, pero aflora su nerviosismo balanceándose sobre la silla de un lado a otro cuando ésta es giratoria; esto nos hace percibir de modo inconsciente, cierto ligero nerviosismo e inseguridad.

Sería recomendable que también evitara el exceso de accesorios (pañuelos, collares, pulseras, etc.) con los que a veces aparece ante los medios, pues puede percibirse como algo cargante y crear cierto distanciamiento con el público.

En conclusión, Marta Álvarez Santullano es una buena oradora, su seguridad le ayuda mucho en su comunicación, y su juventud la hacen dar una imagen de JASP, ¿recuerdan aquello de Joven Aunque Sobradamente Preparado?, que sin duda la convierten en una prometedora política.



Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”

"En el punto de mira": Elvira Cienfuegos. Santiago Siete, 17/9/2010



CUESTIÓN DE NERVIOS

A todos nos pasa habitualmente que cuando tenemos que hablar en, o para un público, se nos acelera el pulso, la voz nos tiembla, y no sabemos qué hacer con las manos.

Ello provoca que adoptemos a veces movimientos nerviosos; un ejemplo es lo que yo denomino el efecto espectador de tenis, el público parece que asiste a un partido de tenis en el que la pelota es el orador que se mueve constantemente de un lado a otro; otro ejemplo es el típico de coger algo con las manos (un boli, folios, las gafas, etc.). Otras veces adoptamos posturas de tensión, como por ejemplo cruzarse de brazos, meter las manos en el bolsillo, o aferrarnos al atril como si la vida nos fuera en ello.

Y todo esto obedece a una razón del todo física. Dichos movimientos o tensión, generan una energía que necesitamos expulsar, ya sea provocando más movimiento, apretándonos la mano en el bolsillo, o canalizándola a través del boli, del atril, etc. Pero son señales que la audiencia percibe de inseguridad, y por tanto de poca credibilidad; y ello “contamina” el mensaje que pretendemos hacer llegar.

La concelleira “en el punto de mira” de esta semana se caracteriza por tener una imagen cercana, afable, posee una buena voz, y su comunicación no es artificiosa. Aunque realiza determinados gestos que denotan claramente su nerviosismo cuando declara ante los medios.

En sus entrevistas en televisión suele tener las manos cerradas y entrelazadas con los dedos “encadenados”, y las agita demasiado manteniendo esa postura. Sus manos por tanto no contextualizan correctamente su mensaje, que generalmente suele ser natural y bien estructurado.

Además, cuando no está segura de una respuesta u observa una pregunta delicada, literalmente se frota las manos, las acaricia. Esto obedece a que cuando sabemos que una situación es adversa, tocarnos nos ayuda a coger fuerzas, a decir, ¡vamos, yo puedo! pero también indica que estamos ligeramente a la defensiva, incómodos.

Al igual que Richard Nixon el 13 de noviembre de 1973 cuando declaraba ante la prensa por el caso “Watergate”; Elvira Cienfuegos con la mano izquierda se acaricia la muñeca derecha en aquellas situaciones en las que se siente poco segura de lo que está diciendo.

La solución no es eliminar esas señales, sino reconducirlas. En el caso concreto de nuestra edil, sería recomendable que en las entrevistas adoptara la postura de una mano sobre la otra encima de la mesa, ambas extendidas y mirando hacia abajo. Así logrará que las manos cojan vida y acompañen mejor su mensaje, arrojando mayor seguridad y credibilidad.


Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”

"En el punto de mira": Paula Prado. Santiago Siete, 10/9/2010


SOBRIEDAD VS SONRISA
 
“ES MÁS FÁCIL obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”. Ya decía W. Shakespeare con esta frase lo que los estudios recientes han venido a confirmar, el sonreír hace que tanto los rostros conocidos como los desconocidos sean considerados como más “familiares”. Estos estudios demuestran que las sonrisas incrementan las percepciones de atractivo estético y estatus social. Atributos que están directamente relacionados con la percepción de liderazgo.

En el caso que nos ocupa hoy, nuestra edil suele aparecer en las fotos con una sonrisa que la hace muy cercana y afable, pero sería recomendable que la aprovechara también durante sus intervenciones, aunque fuese de modo retórico para ironizar sobre aquellos aspectos concretos que lo permitan.

En sus declaraciones públicas mantiene un tono de voz y un semblante demasiado serio. Su rostro transmite poca gestualidad, y sus brazos cruzados (salvo cuando interviene en un atril) no contribuyen a transmitir una sensación de refuerzo y convicción en su comunicación; su discurso debe albergar un mayor lenguaje emocional.

Es llamativo su escaso contacto visual con sus interlocutores, ello derivado de cierto abuso a leer más de lo debido en sus declaraciones, o por lo contrario, llevar el discurso muy memorizado (cuando le entrevistan no mira a cámara). Debería corregir también su reiteración en las típicas muletillas “ehm…”, “uhm…” que le restan fluidez y credibilidad.

Por otro lado, en cuanto a vestimenta e imagen, sin renunciar a la seriedad Paula Prado no reniega de cierta elegancia alejándose de patrones masculinos típicos en política.

Sabe perfectamente conjugar aquella máxima en consultoría política, que establece que la imagen no debe robarle protagonismo al mensaje. Nuestra concelleira evita los escotes, no abusa del maquillaje, cuida el peinado, y utiliza pocos complementos, que además no resultan muy llamativos.

Los colores no suelen ser muy chillones, aunque a veces abusa mucho del color negro. Si bien es cierto que dicho color denota seriedad y fortaleza, el problema estriba en que refuerza su estilo comunicativo ya de por sí sobrio.






Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”


"En el punto de mira": Carlos Nieves. Santiago Siete, 3/9/2010


LA CLAVE DEL 60%

Sin duda alguna, las habilidades comunicativas y la imagen de un político vienen a caracterizar cada vez más la percepción que de éstos tenemos los ciudadanos de a pie. Por ello, desde esta sección que estrenamos hoy, procederé a comentar algunos rasgos que consciente o inconscientemente recibimos de nuestros políticos municipales y que podrían afectar a nuestra apreciación sobre ellos.

Permítanme primero, darles a conocer los resultados de un estudio realizado en la Universidad norteamericana de Princeton en 2005, durante el cual se mostró a estudiantes universitarios, parejas de rostros durante apenas un segundo, debiendo responder cuál de las 2 personas les parecía más competente.

Desconociendo que dicha retahíla de rostros se correspondía a candidatos al senado y al congreso estadounidense de 2002 y 2004, más del 70% de las caras que prefirieron como más competentes resultaron ser los elegidos para los cargos en cuestión.

No es un dato sorprendente cuando numerosos estudios inciden en que la imagen y el lenguaje no verbal ¡suponen más del 60% de nuestra comunicación personal!

Centrándonos en nuestro Concejal de Transportes, hay que reconocerle que acertadamente opta por no usar corbata en sus declaraciones, lo cual hace que su imagen de persona seria y veterana no se vea amplificada con una vestimenta demasiado formal; y sus gafas ayudan a dar imagen de buen gestor, lo cual es coherente con su currículum profesional.

Pero entre sus “debes” está el mejorar la limpieza verbal de su dicción, que se acentúa por poseer una voz algo nasal que hace que en ciertos momentos se trabe. Cuenta también con ciertos tics iniciales en sus comparecencias en radio (tosido), y ante cámaras (rascarse la nariz), lo cual es habitual hasta en el orador más experimentado pues permiten canalizar los nervios iniciales e ir ganando cierta auto-confianza. El problema es cuando se repiten excesivamente y denotan por tanto, inseguridad y falta de credibilidad, que no es el caso de nuestro concejal. No obstante, dichos tics son fácilmente corregibles con el entrenamiento adecuado; de hecho la mayoría de los políticos más importantes cuentan con preparadores para tal fin.

Pero ante todo, Carlos Nieves se caracteriza por el uso de un lenguaje cercano a la calle, a los ciudadanos, muchas veces usando un humor muy natural y nada artificial. Finalmente cabe resaltar su dominio de evidencias y datos cuando son necesarios durante sus intervenciones, lo cual es un factor determinante a la hora de ser creíble ante cualquier público.


Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”