Sic et Non

4 de diciembre de 2010

"En el punto de mira":Javier Sánchez-Agustino. Santiago Siete, 3/12/2010


KISS

Keep It Simple, Short. Con este acrónimo se suele resumir las cualidades que debe tener todo discurso para facilitar su comprensión. Traducido al castellano viene a decir, hazlo sencillo y breve.

Se trata de emplear un lenguaje claro y directo, frases sencillas y cortas. Hay que facilitarle al público su comprensión independientemente del tema que se vaya a tratar. Debe procurarse que el discurso resulte atractivo, novedoso, ágil, con gancho, bien fundamentado, interesante (aunque el tema abordado sea tan árido como, por ejemplo, "La reforma fiscal durante la era napoleónica).

Debe primar siempre la idea de la brevedad (el público lo agradece). Pero la brevedad no implica que el discurso tenga que ser necesariamente corto, sino que no debe extenderse más allá de lo estrictamente necesario. Es decir, ir "al grano", evitar rodeos que tan sólo dificultan la comprensión y terminan aburriendo.

Por eso, un político que es capaz de transmitir sus ideas de un modo comprensible tiene mucha ventaja con respecto a sus competidores.

Centrándonos en el concelleiro del PP JAVIER SÁNCHEZ-AGUSTINO, podemos advertir inicialmente que se trata de una persona cuya formación jurídica y letrada le ha dado una serie de tablas muy aptas para el ejercicio de la oratoria.

Su oratoria jurídica fruto del ejercicio de la abogacía le permite dominar diferentes registros y figuras retóricas que le ayudan a enfatizar y resaltar su mensaje. Su imagen de persona solvente se ve reforzada con su correcto empleo de las manos y de las miradas. Parece pues dominar el escenario con respecto a lo que dice y cómo lo dice.

No obstante, debe corregir el exceso de enfatización con la voz en determinados momentos. El volumen es como los rotuladores fosforecentes cuando escribimos, nos ayudan a decirle a los demás lo que es destacable, lo que es importante. Pero dicho exceso puede provocarle efectos en la audiencia no deseados.

En los debates televisivos, el ímpetu del mismo provoca en nuestro concelleiro una asimilación tal vez inconsciente de que está en un estrado, e incurre en la tentación de hablar de modo muy rápido, evitando la comprensión de lo que expone. A veces también es demasiado técnico con su vocabulario en sus apreciaciones, y recuerden que tal y como iniciaba este artículo, es necesario ser sencillo, un poco más natural.

Sin duda, se trata de un buen orador que debe pulir algunos detalles pero que sin duda ofrece una buena imagen de seguridad y confianza en sí mismo. Eso sí, debe vigilar que esta seguridad no le lleve a parecer demasiado sobrado.
Santiago Martínez Suárez
Consultor político y "Media trainer"

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