Sic et Non

10 de noviembre de 2010

"En el punto de mira": Rosa Fernández. Santiago Siete, 5/11/2010


NO PIENSEN EN UN ELEFANTE

Todos ustedes, absolutamente todos han pensado en la imagen de este gran mamífero a pesar de la advertencia inicial del titular. Es más, si ahora les pido e insisto en que no piensen en un elefante pero esta vez de color rosa y volando, de nuevo todos ustedes habrán vuelto a imaginar algo que les estoy diciendo que no hagan.


Es inevitable, antes debemos pensar en aquello que precisamente no queremos o nos dicen que no hagamos. Así funciona nuestra mente, y situaciones como ésta son aprovechadas cada vez más por los publicistas para reforzar determinados mensajes.

Traslademos esto al mundo de la política, un político declara ante los medios para contrarrestar una acusación de sus adversarios, ¡y lo hace negándolo con los mismos términos que ellos!

Lo que está haciendo al igual que con el elefante, es recordar, reforzar la acusación en cuestión. La negación de una afirmación es el refuerzo de la afirmación. Imaginemos que el político en cuestión dice que él no es tonto, primero le imaginarán como un tonto para luego construir la imagen contraria. Pero por unos segundos le han imaginado de una manera poco conveniente para él, habrán hecho una asociación de ideas tal que Menganito = tonto.

Este es el caso a veces de nuestra concelleira de Facenda, de sus declaraciones suelen extraerse titulares en los que niega directamente algo, amplificando así el mensaje de sus rivales políticos.

Ahora bien, resulta destacable cómo sabe emplear su imagen dependiendo de la ocasión. Para las entrevistas, en las que da cuenta de su gestión a título personal, usa un vestuario muy acertado para TV; mientras que en los debates adopta una imagen más formal al erigirse en portavoz por unos momentos de un partido y de un gobierno municipal.

Quizás por su perfil más técnico que político, debería emplear más las gafas en sus intervenciones para resaltar su imagen de gestora. Pero a pesar de este perfil sabe explicar sus mensajes con recursos tales como auto-preguntarse por el significado de conceptos económicos que la ciudadanía puede no entender y que ella aprovecha para explicar.

No obstante, y a pesar de su fluidez y seguridad comunicativa, debe corregir ciertas reacciones ante ciertas preguntas que denotan claramente que no le han gustado, no las preveía o sus respuestas no las lleva bien preparadas, me refiero a ordenar de modo exagerado los folios de la mesa o perder la mirada más tiempo del debido en un ángulo fuera de plano.



Santiago Martínez Suárez

Consultor político y ‘Media trainer’

No hay comentarios:

Publicar un comentario