Sic et Non

25 de octubre de 2010

"En el punto de mira": Olga Pedreira. Santiago Siete, 8/10/2010


LOS 10 MINUTOS DE ORO

¿Cuántas veces han visto un debate político entre dos o más candidatos a la presidencia del gobierno español o de una comunidad autónoma? Seguramente muy pocas, ya que en España no están consolidados aún los llamados debates decisivos entre candidatos.

Pero seguramente a casi todos ustedes les haya ocurrido que las escasas veces que han podido contemplar un debate, a los diez minutos ya han empezado a jugar con el mando de la televisión, buscando tal vez un programa más divertido o por la mera curiosidad de ver lo que echan en otros programas.

Por tanto, si bien es cierto que estos debates tienen unas grandes audiencias, más cierto es que los picos de máxima audiencia surgen durante los primeros y los últimos diez minutos de cada debate.

Esto lo saben bien los trainers y asesores de los candidatos, y por ello buscan en esas franjas de tiempo que el candidato lance su mensaje, cautive al máximo público posible antes de que se marchen a hacer turismo por las ondas hertzianas.

Los políticos, incluso a nivel municipal debieran tener en cuenta esta realidad, pues sucede igual durante sus apariciones en canales de ámbito local. Su mejor mensaje, su mejor imagen debe ser mostrada durante los primeros diez minutos tanto en los debates, como en sus entrevistas.

Precisamente, nuestra Concelleira de Rehabilitación e Cidade Histórica debiera ser consciente de todo esto. Su imagen y su comunicación no es la misma durante los quince primeros minutos que durante el resto de sus intervenciones. Y es un problema porque mucha gente que solo haya visto esos primeros instantes y que después haya cambiado de canal, tendrá una imagen de Olga Pedreira como de una concelleira con poco carácter, poca fuerza.

Su voz es muy tenue, demasiado cándida, y su escaso contacto visual con el entrevistador o con el resto de tertulianos la hace parecer estar retraída, como algo acomplejada (su excesivo uso del color negro en su vestuario no le beneficia en tal sentido). Sus respuestas a las preguntas siempre las inicia con un “bien…” parece como si estuviera en un examen de colegio.

Debe evitar comparecer con un bolígrafo siempre en las manos, ya que canaliza sus nervios en él, y al moverlo demasiado descentra al público y aparenta estar insegura.

No obstante, invito a los telespectadores a que no cambien de canal, aguanten un poco y observarán cómo Olga va ganando seguridad y corrige cada una de las observaciones mencionadas, mejorando considerablemente su retórica.



Santiago Martínez Suárez


Consultor político y “Media trainer”


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