Sic et Non

25 de octubre de 2010

"En el punto de mira": María Castelao. Santiago Siete, 22/10/2010


EL PODER DE LAS PALABRAS

A menudo no nos damos cuenta de la importancia que tienen las palabras a la hora de construir e interpretar la realidad que nos rodea, de las diferentes reacciones que podemos provocar con simplemente usar una u otra palabra.

Tal es su importancia que por ejemplo en el campo de la política ha sido objeto de estudio el cómo en Estados Unidos el partido republicano ha logrado imponer sus términos, y por tanto su visión, su marco de la realidad al partido demócrata, dominando así el debate político durante la última década pues los demócratas jugaban en el mundo que les diseñaban los republicanos.

O sin ir tan lejos, aquí mismo en España pertenecemos a la OTAN gracias a los sondeos de opinión que el PSOE realizaba para buscar la formulación más propicia en la pregunta planteada en el referéndum de 1986 para lograr la entrada en dicha organización.

Y fue un sociólogo, D. Jesús Ibáñez, quien a través de los grupos de discusión halló las palabras precisas para voltear el rechazo inicial de los españoles que reflejaban las encuestas. Cambiando un par de vocablos de la pregunta, el sí a la OTAN empezó a coger fuerza en los sondeos. ¿Cambió la OTAN en unos meses o fue más bien la realidad percibida por parte de los españoles a través de los términos oportunos la que varió?

Esto es solo un reflejo del poder de las palabras en el día a día; y nuestros políticos harían bien en analizar las reacciones que generan expresiones que habitualmente usan, tal vez así podrían explicarse el porqué los ciudadanos los valoran, los enmarcan de una u otra forma.

En el caso de nuestra joven concelleira María Castelao, debe cuidar mucho expresiones, reacciones y gestos que amplifiquen la imagen que siempre se asocia a la juventud. Hablamos de la inexperiencia y la inseguridad.

Posee un gran potencial comunicativo y numerosas cualidades para ser una buena oradora pública: imagen fotogénica, buena voz, habilidades argumentativas, etc. No obstante debe evitar todo aquello que asocie juventud a inseguridad, y por tanto “falta de tablas”.

En este sentido debe corregir la excesiva repetición de la palabra “no” al final de sus frases, ya que transmite la idea de que busca la asertividad, la venia del interlocutor y de los oyentes. Así mismo, el responder habitualmente con las muletillas “yo creo…” o “bueno pues…” aporta poca confianza, y si se trata de querer imponer una realidad favorable a uno, las palabras a usar no deben dejar lugar a dudas, vacilaciones o suposiciones de índole subjetivo.


Santiago Martínez Suárez

Consultor político y “Media trainer”

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