Sic et Non

1 de diciembre de 2009

¿Es Barack Obama merecedor del Premio Nobel de la Paz?


A FAVOR:

Remontémonos poco más de un año y rememoremos el panorama internacional provocado por el “ínclito” George W. Bush tras 8 años de ejercicio de la presidencia de la mayor potencia mundial. Ahora y una vez puestos en situación pensemos qué difícil sería que esa situación sombría de unilateralismo internacional, belicismo y prepotencia pudiera cambiar, seguramente pensaríamos que volver a un estado de normalidad llevaría años de arduo trabajo para quien osara liderar tal transformación a nivel global.

Apenas un par de meses después de nuestro viaje en el tiempo, Barack Hussein Obama (primer presidente negro en la historia de los EE.UU y con un apellido islámico) empieza a concretar el cambio que hace apenas un año la mayoría de nosotros anhelábamos y veíamos casi imposible. Vayamos avanzando en el tiempo:

22 de enero, tres días después de jurar el cargo presidencial, Obama firma dos órdenes ejecutivas: el cierre del ilegal centro de detención de Guantánamo y la prohibición de toda tortura, "oficializada" en los centros de detención clandestinos de la CIA. Algo impensable con Bush, padre de la criatura llamada Guantánamo.

1 de Abril, EE.UU y Rusia acuerdan reducir un tercio de su arsenal nuclear en el plazo de 7 años. Algo impensable con la firma de Bush en un tratado bilateral de esas características.

9 de julio, el G-8 se muestra decidido a hallar una solución diplomática acerca del asunto nuclear iraní. Algo impensable con Bush ejerciendo la influencia gravitatoria de dicho grupo elitista.

17 de septiembre, Obama renuncia al escudo antimisiles que llegó a provocar una escalada de la tensión entre las dos potencias rivales de la ya casi olvidada Guerra Fría. Algo impensable con Bush, principal valedor de dicho escudo.

22 de noviembre, por primera vez en su historia el Senado de Estados Unidos ha admitido a debate la propuesta de reforma del sistema sanitario norteamericano impulsada por Barack Obama. Algo impensable con Bush tutelando los intereses de las grandes corporaciones de seguros médicos y farmacéuticas.

25 de noviembre, EE.UU comunica la iniciativa de reducir hasta en un 30% sus emisiones hasta el 2025 y en un 42% hasta el 2030. China e India han imitado a Obama comunicando idénticas decisiones. Algo impensable con Bush, factótum de los lobbies automovilísticos y energéticos de su país.

Y llegados a este punto, ¿Conocemos todos los requisitos por los cuales el comité otorga el premio Nobel de la Paz?, permítanme transcribir las palabras que Alfred Nobel usó en su testamento para dilucidar el ganador de tan insigne galardón:

“Este premio se otorga a la persona que haya trabajado más o mejor a favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz”.

En estos 10 meses Obama ha destacado por su labor de promoción de la fraternidad entre las naciones, añadamos a lo ya comentado su discurso de El Cairo tendiendo puentes a la civilización musulmana. Algo impensable con Bush.

En tiempos de Alfred Nobel el peso de los ejércitos seguía midiéndose mayormente por el número de hombres que los componían. No obstante, el cumplimiento de la condición de reducción de los ejércitos es actualizado y cumplido por Obama tras haber disminuido el número de tropas que seguían perpetuando la guerra ilegal de Bush en Irak (hasta su total retirada) y tras haber acordado con Rusia la reducción del arsenal nuclear de ambos países. Algo impensable con Bush.

La celebración y promoción de procesos de Paz por parte del premiado es evidente además, por su mayor distensión en las relaciones de EE.UU con Cuba o por su petición de un Estado Palestino. Algo impensable con Bush.

En conclusión quédense con la cantinela de lo que era impensable con Bush, y que en cambio Obama ha logrado materializar. Nunca antes una persona había liderado una corriente de transformación, ilusión y esperanza que ha mejorado las expectativas de muchos ciudadanos de este mundo globalizado, y todo ello en apenas un año.

Muchos alegarán que es un premio anti Bush y sólo hay que leer el comentario del que suscribe, pero el propio comité del Premio Nobel ha reconocido que el actual presidente de los EE.UU ha supuesto un soplo de aire fresco ante el ambiente cargado y viciado que nos legó George W. Bush.

¿Acaso los otros candidatos podían haber hecho lo mismo en tan solo 10 meses?, ¿Se imaginan a políticos como Sarkozy o Bill Clinton recogiendo dicho premio?, ¿Cómo es posible que ayuden a reducir ejércitos o promover procesos de paz candidatos al Nobel de la Paz como los artistas Bono o Juanes?, ¿Tenía Piedad Córdoba acaso una influencia global en su labor de mediadora con las FARC?.

Ahora vuelvan al inicio, a ese año atrás en el tiempo, ¿No sería el Premio Nobel un precio asumible para nosotros  si a cambio la persona premiada lograra cambiar aquel oscuro panorama que nos acechaba, no le darían ustedes personalmente el premio nobel de la paz que todos llevamos dentro?.



EN CONTRA

“And the Oscar goes to…” seguramente a muchos de ustedes les haya pasado por la cabeza la imagen de un actor de Hollywood poniendo cara suspicaz y sorpresiva al oir su nombre en la entrega de los premios más glamurosos del cine mundial, ahora bien, después de conocer la noticia de a quién se le entrega el premio nobel de la paz, uno se pregunta si tal vez este año no hemos asistido a una transformación de la efigie dorada de los Oscar por la del Premio Nobel y la cara de ese actor por la del actual presidente de los EE.UU Barack Obama.

Se trata pues de la culminación de una promoción política basada en la exaltación de una imagen, una sonrisa, y en bonitas palabras, al mejor estilo "hollywoodiense" que no ha demostrado más que la vacuidad de una praxis política basada en las promesas, pero carente de hechos reales.

Habría que preguntarse qué ha hecho merecedor a Obama del premio que el filántropo Alfred Nobel estableció hace 125 años con el fin de premiar el esfuerzo de una persona en la consecución de la paz:

Respecto a su promesa estrella del cierre de Guantánamo, la solución aún no ha sido concretada, y todo se basa en el cumplimiento de un plazo que expira el próximo 22 de enero de 2010 y sin que se hayan dado aún los pasos adecuados para el desmantelamiento de la base ilegal. Todo ello sin haber asumido los EE.UU. autocrítica alguna a años de torturas, y sin que Obama haya sido valiente a la hora de decidir juzgar, tal y como se espera de todo estado de derecho maduro, a los políticos y dirigentes militares que permitieron y consintieron las prácticas de torturas contraviniendo todas las normas internacionales al respecto ratificadas por los Estados Unidos.

Por otro lado, es cierto que hemos asistido a una reducción de la tensión verbal y prebélica entre Irán y la primera potencia mundial, no obstante ¿Qué se ha conseguido con la misma?, el país persa sigue adelante con sus veladas intenciones de proveerse de tecnología nuclear armamentística, y además todo ello aderezado con unas elecciones fraudulentas, que perpetúan en el poder a un personaje tan siniestro como Mahmud Ahmadineyad, y que no han sido condenadas del modo que debería esperarse de alguien que se ha hecho acreedor del Premio Nobel de la Paz.

Una de las principales razones por las cuales el Comité del Nobel de la Paz ha concedido el premio en cuestión a Barack Obama ha sido su lucha por el cambio climático, lucha que hasta el momento sólo se ha basado en promesas y buenas intenciones difíciles de casar con la realidad de una crisis económica que obliga al presidente de los EE.UU. a no alterar el sistema productivo y energético actual durante los dos o tres próximos años.

En este sentido sus medidas estrellas han sido dos memorandos del 26 de enero de 2009 estableciendo la intención de limitar las emisiones de los vehículos de automoción y el establecimiento de estándares más altos de eficiencia de combustible en los modelos de 2011. ¿No se deberían exigir medidas más atrevidas y de mayor calado para un líder del que dicen es el paladín del cambio climático?.

Recientemente hemos asistido a un nuevo golpe de efecto de la maquinaria Obama, el anuncio de la reducción en un 30% de las emisiones hasta 2025, y digo yo… ¿Qué tal si antes cumplimos con las restricciones acordadas en el Protocolo de Kioto y que aún no ha sido ratificado por el país más contaminante del planeta?, pero claro está, lo bueno de comunicar promesas es que comprometen aún menos que la firma de un tratado o protocolo.

Pongamos ahora sobre el tapete qué ha hecho Obama en el principal conflicto a nivel internacional: Palestina. El 29 de noviembre del presente año Israel aprobó la construcción de 900 nuevas viviendas en la zona de Jerusalén Oriental, ¿Qué ha hecho Obama?, NADA. Días antes su secretaria de estado, Hillary Clinton, conmemoraba el 20 aniversario de la caída del muro de Berlín, ¿Qué ha hecho Obama o qué se espera qué haga con respecto al vergonzoso muro que cose el territorio palestino?.

¿Y qué decir de la actitud pasiva, casi condescendiente, del gobierno Obama con el gobierno golpista de Micheletti en Honduras?, y todo porque ante una nueva potencia emergente en la zona como Brasil, que ha decidido no validar las elecciones que recientemente se han realizado en el país caribeño en defensa del orden constitucional , los Estados Unidos se ven obligados a marcar distancias otorgando legitimidad al gobierno que salga de la convocatoria de una llamada a las urnas por parte de un gobierno golpista.

Deberíamos plantearnos porqué sino los EE.UU han decidido resurgir la IV Flota Naval, que al igual que las antiguas legiones romanas velaban por los intereses de Roma a lo largo de su imperio, esta IV legión, ahora Flota, se dirige a la zona de América del Sur a contrarrestar el auge brasileño.

¿Es merecedor del Premio Nobel de la Paz alguien que legitima las acciones de un gobierno golpista en su “patio de atrás” y además procede a ampliar y extender su poder militar?.

El comité noruego (recuerdo que es el parlamento Noruego quien decide) debería reflexionar mejor sobre la idoneidad de darle un premio nobel de la paz a políticos y líderes que tienen como Barack Obama, la capacidad y el poder de declarar guerras con espurios intereses, pudiéndose dar en un futuro no muy lejano la posible paradoja de haber entregado el mayor símbolo de la paz a quien ha iniciado el mayor ejemplo de violencia humana, la guerra.

Sin duda hemos de reconocer que hemos asistido a un cambio de tendencia en la política internacional, pasamos de las guerras preventivas a los premios preventivos, pero el problema llegará si no se cumplen las expectativas creadas con la entrega de este Nobel de la Paz.

Por lo de pronto, después de conocer que ha resultado premiado, el presidente de los EE.UU. ha decidido convalidar unas elecciones que han sido evidentemente fraudulentas en Afganistán a favor del actual presidente Karzai con el envío de 30.000 soldados más a la antigua Ariana.

Decía el poeta latino Horacio, “Las muchas promesas disminuyen la confianza”. Según las encuestas, hoy Obama ya recibe menos del 50% de los apoyos entre la sociedad de su propio país.


Ampliando perfil y naturaleza de mi blog


Con este blog no pretendo expresar mi opinión personal sobre los diferentes aconteceres políticos o sociales que nos sobrevienen diariamente, sino más bien mostrar cómo todo debate en torno a un tema produce división de opiniones y en cada caso con argumentos válidos que no hacen sino reflexionar al que escribe si no es más razonable pensar que no todo es negro o blanco, máxime en una sociedad en la que cada vez las decisiones que toman nuestros dirigentes afectan a una mayor multitud de personas.

Al contrario que en siglos pasados donde una determinación política provocaba reacciones uniformes, más limitadas y por ello controladas, el siglo que nos ha tocado iniciar se caracteriza por una mayor distribución y multi-sectorización de la población, así como por la absorbente globalización que provoca que una decisión hoy en día pueda generar reacciones adversas y múltiples no tan controladas como antaño.

Y todo ello bajo la constante y escrutadora mirada de los medios de comunicación que hace que nuestros políticos estén en un constante control mediático, lo cual determina el carácter improvisado y poco ponderado de muchas de sus medidas.

Por tanto habrá decisiones que compartidas o no por cada uno de nosotros, tengan aspectos positivos y negativos a la vez ya que actualmente es más difícil contentar a todo el mundo, ahora la reacción a dichas decisiones es más diversa y heterogénea.

No todo es negro o blanco, ni sic ni non.